Decir prosecco es decir Italia. Este vino espumoso y festivo se descorcha con entusiasmo. En Venezuela se comercializan dos I heart prosecco de la mano de Isabel Layrisse, directora de Inversiones JAL:

I heart Prosecco Extra Dry: A la vista es amarillo pálido, tiene buen brillo y limpidez. Burbuja pequeña y vigorosa en su ascenso en copa. En nariz denota expresión frutal (notas cítricas, de melocotón y de manzana verde) y frescura. Lo que dice en nariz lo refrenda en boca. Puede ser copa de aperitivo, de conversación entre amigas con prosciutto o mariscos.
I heart Prosecco Rosé: limpio y brillante con una burbuja fina y constante. De personalidad frutal con notas de fresa y cereza. Vino equilibrado con una acidez presente y un delicado ataque que nos confirma en boca los aromas de frutos rojos. Espumoso festivo y de seducción elaborado con 85% Glera y 15% Pinot Nero.

Estos proseccos son mi excusa para aprender en disfrute de este vino espumoso:
Su nombre. Lo debe a la aldea de Prosecco, un suburbio de Trieste, su lugar de nacimiento. Este nombre deriva de la palabra eslovena “prozek”, que significa “camino por el bosque”.
Una curiosidad histórica. El prosecco anteriormente se conocía como vino puccino (o pizzino), debido al nombre de la aldea por aquel entonces, y donde se hizo popular hace muchos años. Se asegura que en el siglo I ya se producía dicho vino, cuando Plinio el Viejo atribuía la belleza de Julia Augusta al vino de Pizzino.
Su uva. Glera es la variedad del prosecco. Se dice que llegó a Italia desde Eslovenia y está entre las 20 cepas más importantes del país.

Su geografía. Se hace en regiones del noroeste de Italia: bajo la DOC en Véneto y Friuli-Venezia Giulia; y en Conegliano-Valdobbiadene donde es reconocido con la DOCG. En 2019 las colinas de vides del prosecco de Conegliano-Valdobbiadene fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Su elaboración. Se conoce con el nombre de método charmat. Este espumoso tiene una segunda fermentación que se realiza en un tanque al que se agrega el vino base y una mezcla especial de azúcar y levadura (llamada licor de tiraje). A medida que la levadura consume el azúcar en la fermentación se libera CO2: es el nacimiento de las burbujas. Una vez que se completa el proceso, el vino reposa, luego se filtra, se le añade licor de expedición (mezcla de vino base y azúcar en cantidades variables) y se embotella.
Su etiqueta. Hay tres estilos según su cantidad de azúcar residual:
Prosecco Brut es el más seco con 0–12 g/l.
Prosecco Extra Dry, con 12–17 g/l.
Prosecco Dry es el más dulce, con 17–32 g/l.
Según la región es Prosecco DOC, Denominazione di Origine Controllata, Prosecco DOCG y Superiore DOCG.

Novedad Prosecco Rosé. Autorizado por ley en 2020, para elaborar este espumoso rosado se permite la mezcla de la variedad roja pinot nero con la cepa blanca principal glera, pero manteniendo la participación mayoritaria de esta última con un mínimo del 85 % en el corte. El color rosado de este vino se logra mediante la pigmentación natural contenida en la piel de la uva tinta.
Coordenadas: @iheartproseccove
Fuentes consultadas:
https://markoneill.es/prosecco-burbujas-italianas
https://www.thegourmetjournal.com/enoteca/prosecco/
https://www.excelenciasgourmet.com/es/tastevin/prosecco-un-vino-de-moda
https://barman.news/9-curiosidades-sobre-el-prosecco/
https://soyvinicola.com/10-cosas-que-no-sabias-sobre-el-prosecco/