Una tarde entre amigos
Motivo: el placer de reunirse
Para la segunda entrega de “Preguntas & Respuestas”, la sommelier Ellen Rodríguez Fariñas, responde preguntas reunidas en torno a este tema: el placer de reunirse entre amigos.
-¿Qué detalles debo tomar en cuenta al planificar una reunión entre amigos?
“En primer lugar debe definir el motivo, porque de éste depende el tipo de celebración. Por ejemplo, si es un cumpleaños no podrá olvidar la torta o el pastel; pero si más bien la convocatoria tiene como centro un evento deportivo, tipo tarde de fútbol en casa, entonces deben estar las cervezas. Cada caso es distinto. Ahora bien, si usted sólo desea pasarla bien y quiere darse el gusto de invitar a sus compañeros -y por cierto, no hay mejor motivo que el placer-, sólo relájese y dispóngase a disfrutar. Aunque debo advertirle algo: si bien la “reu” -como dicen los jóvenes de hoy- es en confianza, ello no indica que puede confiarle las cosas al azar”.
“En segundo lugar, entonces, deberá usted elegir el momento. ¿Quiere agasajar a sus amigos de día o de noche? ¿Es un lunch o una velada? De esto depende el tipo y la temperatura de la bebida, los bocados, entre otros elementos”.
-Es una reunión informal regada con vino, ¿cuántas botellas debo comprar?
“Para saberlo con precisión es necesario consultar la lista de invitados. Ya sé que ésta es prescindible en una reunión informal. Lo que sí es imprescindible es saber con antelación el número de personas que asistirá, para poder atenderlas como se merecen. Aquí aplica el principio popular según el cual “es mejor que sobre y no que falte”, porque la escasez es enemiga de la fiesta y ésta suele llegar a su fin cuando aquella se presenta.
Al respecto le recomiendo tomar las previsiones del caso. Para ello es necesario saber que una botella estándar de 75 ml da para seis copas de vino. Y es distinto si en la reunión sólo se consumirán canapés variados o habrá comida completa, porque si hay comida usted deberá servir, además del aperitivo, una copa con la entrada, una para cada plato que se vaya a servir (dos en promedio) y una más con el postre. Y, claro está, en nombre de la armonía cada una de estas copas serán de vinos distintos, según el plato o el postre que acompañen”.
-¿Qué tipo de copas?
“Contar con copas tipo flauta vinos espumosos o cocteles como la Mimosa o el Bellini si se trata de una celebración tipo brunch. Hay copas para vinos blancos vivos y ligeros, y vinos tintos, que suelen ser más grandes. Si está entre amigos aficionados al vino lo ideal es que la copa sea transparente, incolora y lisa para que los comensales puedan apreciar el color del vino. También debe tener pie largo para que el vino se mantenga fresco y libere bien sus aromas”.
-¿A qué temperatura debo servir el vino?
“Este es un detalle muy importante. De nada vale tener buen vino y mejores copas y no disfrutarlos al máximo. La temperatura aumenta o disminuye el placer de los aromas y la sensación en boca. Si desea que sus amigos pasen momentos inolvidables en su compañía asegúrese de brindarles lo mejor en las mejores condiciones, a tales efectos no olvide que el vino ligero requiere una temperatura más baja y el tinto una más alta al servirse. Siempre debe tener en cuenta que los vinos blancos deben ofrecerse entre 8 y 10°C; un buen rosado debe estar entre los 10 y 12°C; un tinto ligero podría servirse entre 12 y 14 °C; y tintos estructuras entre 16 y 18°C”.
-Y para cerrar con broche de oro, ¿qué me recomienda con el postre?
“¡Oh, el postre! El elemento que puede salvar una velada y hacerla inolvidable. A todos nos encanta, no podemos ocultarlo, y si es de chocolate aún más, aunque éste sea todo un reto para armonizar por su dulzor y textura; aquí el oporto es muy buena compañía. Si de tartaletas de frutas se trata podría ir bien un vino dulce o un espumoso. Hay vinos dulces que son de por sí un postre: sus amigos se lo agradecerán”.