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Brigitte Macron, la dama sin complejos del Eliseo

A Brigitte Macron, la esposa de Emmanuel Macron no la detienen los prejuicios, como francesa conoce el valor de una buena mesa y la importancia diplomática de una copa de vino. Ocupa un segundo plano, pero es la apuntadora principal del presidente.

En esta sección indago en la vida de una francesa que representa perfectamente a la mujer de hoy, a quien si bien le ha correspondido estar a la sombra de su marido y adoptar la discreción como principal bandera, lo ha asumido no como una imposición sino como un acto de libertad, pues de antemano sabía lo difícil que sería ser la esposa de un político de élite. Sin embargo, ella se dibuja como su principal colaboradora.

Brigitte Marie-Claude Trogneux, su nombre de soltera, encarna a esa mujer que toma decisiones. Para ella la edad no es más que un dato en su documento de identidad: a los 70 años se encuentra estupenda. Durante la campaña presidencial de Emmanuel Macron tuvo un papel relevante y claramente fue su apoyo.

Su apellido de soltera nos indica que la familia de Brigitte guarda relación con la gastronomía y, de manera especial, con el chocolate y la pastelería, vínculo que se remonta al año 1872 cuando fundaron una chocolatería en Amiens que se hizo famosa no sólo por sus bombones sino también por los macarons d’Amiens. Hoy, después de 151 años, el negocio continúa de la mano de uno de los sobrinos de Brigitte, Jean Trogneux, quien también produce chocolates, douceurs de saison, mermeladas, patés, miel y otras especialidades regionales.

La chocolatería de la familia de Brigitte Macron, dirigida por Jean Trogneux.

Pero sigamos con Brigitte. Según una de sus primeras biógrafas, la periodista Maelle Brun, más que un soldado de Macron es su principal colaboradora. Una mujer que ha acompañado su nombre con tres apellidos: Trogneux, con el que nació; Auzière, el de su segundo marido y Macron, el actual.

Al igual que un buen chef, quien sabe que cautivar con una receta no es nada fácil porque hay más que sabores en ella, Brigitte Macron entendió desde el principio que la realización personal tampoco sería sencilla porque hay que desprenderse de conceptos y ser inmune a las reacciones y prejuicios. Por ello decidió seguir su propio guion. ¿El resultado?: respeto y admiración.

La pasión de Brigitte no fueron los chocolates, que siguen presentes en su familia, y en su carta de presentación: Jean Trogneux, sobrino y actual dueño de la chocolatería, subraya que por allí han pasado seis generaciones y que continúan comprometidos en ofrecer chocolates tradicionales y variaciones más originales para sorprender.

Ahora bien, ¿cuáles son los gustos gastronómicos de Brigitte Macron?, ¿cómo hace para conservar su estilizada figura?, ¿se basa sólo en ejercicios o hay otros secretos? Pues sí, la patrona del palacio del Eliseo cuida su alimentación consumiendo productos frescos y locales. Según lo declara gente de su entorno, las frutas y verduras reinan en su plato y las famosas salsas galas han quedado reducidas a su mínima expresión. En la tarea de seleccionar el menú la acompaña el jefe de cocina Guillaume Gómez, quien manda en esos predios desde 2013 con autoridad y conocimiento.  Pero la señora Macron no le da la espalda a la gran cocina francesa y por eso en su menú están presentes la blanquette de veau, las vieiras gratinadas, la sopa de trufas negras y las patatas moulées, además de unos buenos sándwiches que de vez en cuando el chef Gómez prepara para la pareja presidencial.

Platillos preferidos de Brigitte Macron, y su gusto por la gastronomía y los chocolates.

En cuanto a las especias, siguiendo los principios de los Macron, algunas plantas se cultivan en el propio jardín de la residencia presidencial.

La primera dama está consciente de que la cocina del Eliseo está en buenas manos, por eso no duda en apoyar el trabajo de Gómez promocionando sus reputados libros y respaldando su iniciativa de dictar cursos a los niños.

Otro aspecto que tiene presente Brigitte Macron, a la hora de servir una mesa para una cena de Estado, es que cada plato debe ir más allá de satisfacer el paladar del importante invitado. Ella está consciente de que cada bocado representa a Francia, por lo que a su valor gastronómico se suma el diplomático.

Entre las bebidas que no faltan en la mesa de la señora Macron están los jugos verdes y la leche de cúrcuma. Como buena francesa, con cierta frecuencia ofrece excelentes vinos que son seleccionados por la bodega del Eliseo, conocida por el público desde el año 2018.

En el subsuelo del palacio presidencial se encuentra esta bodega que reúne vinos, destilados y champagnes. Según la sumiller Virginie Routis, Burdeos está en el primer lugar y en el segundo se ubican los Borgoña, siguen etiquetas de todas las regiones, añadas de prestigio como las de Cheval Blanc, Latour y Puligny-Montrachet, junto a estos existe un tesoro que a la vez es el más antiguo: un Sauternes de 1906. No faltan el Château Mouton Rothschild, Château Petrus, Château Yquem. Se dice que la cantidad de botellas suma unas 12.000.

Imágenes de la bodega de vinos y licores de Brigitte Macron en el Eliseo.

En 2020 la sumiller recomendó el ingreso del champagne Gardet a la prestigiosa bodega del Eliseo e incluyó dos cuvées (un brut y un rosado) de la citada casa de Chigny-les-Roses que llegaron hasta allí no sólo por la calidad, sino también por el compromiso de la marca con el medio ambiente, otro tema que preocupa a Brigitte Macron y al presidente de Francia.

Esta casa produce vinos bajo un concepto artesanal, sin embargo no está de espaldas a las novedades. Las bodegas se encuentran en Chigny-les-Roses, pueblo vinícola regido por la clasificación Premier Cru.

Indagar en esta cava resulta difícil, pues se cuida bajo el concepto de secreto de Estado. Brigitte Macron confía en la profesionalidad del equipo responsable de las comidas pues por el Eliseo han pasado, en estos tiempos, jefes de Estado y relevantes personalidades que al levantarse de la mesa deben quedar convencidos del orgullo nacional que representa la gastronomía gala. De modo que cualquier plato, desde el más sencillo hasta el más elaborado, debe representar genuinamente y con altura al país.

La esposa de Emmanuel Macron sabe que la moda es la otra bandera de identidad de Francia, de allí que haya sabido utilizar su imagen y figura para mostrar modelos creados en una de las casas más conspicuas de ese miembro de la UE, Louis Vuitton, que sólo ha levantado comentarios positivos. En su armario también se cuelan etiquetas de otras prestigiosas casas de moda francesas como Balmain. Su amistad con Delphine Arnault -otra mujer poderosa en el mundo de los negocios: es la directora general de Dior- le ha facilitado la tarea.

Con el azul, uno de los colores de la bandera francesa, entre sus tonalidades preferidas, Brigitte da ejemplos de una elegancia sin exageraciones. Los stilettos siguen siendo sus aliados y a su edad aún contribuyen con la muestra de unas piernas tonificadas que hablan de actividad y dinamismo, además de saber conservar el equilibrio. No le teme a una atrevida abertura, pero tampoco es de escotes reveladores.

Los jeans le trasmiten un aire deportivo que ella sabe utilizar para callar rumores sobre la diferencia de edad con su esposo. Y para las galas no escatima un traje que la haga brillar, subrayando su estatus de esposa del presidente que esconde su verdadero rol: la de Pigmalión y, ahora, confidente de su marido.

Fotografías de Brigitte Macron, primera dama del presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Hoy brindo por Brigitte Macron, por su inteligencia y su valor. Claro, con champán francés.

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